31.10.19

Tártaro (Τάρτᾰρος)


En la mitología griega, el Tártaro (Τάρτᾰρος) es tanto una deidad como un lugar del mundo inferior, más profundo incluso que el Hades.

En su Teogonía, Hesíodo cuenta que Tártaro era una de las deidades primordiales, junto con Caos, Gea y Eros, y padre de Tifón. También asevera que un yunque de bronce caerá desde el cielo durante nueve días hasta alcanzar la Tierra, y que tardará nueve días más en caer desde ahí al Tártaro. En la Ilíada, Zeus dice que el Tártaro está «tan por debajo del Hades como la tierra lo está del cielo». Al ser un lugar tan alejado del sol y tan profundo en la tierra, está rodeado por tres capas de noche, que rodean un muro de bronce que a su vez abarca el Tártaro.

Mientras que, según la mitología griega, el Hades es el hogar de los muertos, el Tártaro tiene además una serie de habitantes. Cuando Cronos, el Titán reinante, tomó el poder encerró a los Cíclopes en el Tártaro. Zeus los liberó para que le ayudasen en su lucha con los Titanes. Los dioses del Olimpo terminaron derrotándolos y arrojaron al Tártaro a muchos de ellos (Atlas, Crono, Epimeteo, Metis, Menecio y Prometeo son algunos de los que no fueron encerrados). En el Tártaro los prisioneros eran guardados por gigantes, cada uno con 50 enormes cabezas y 100 fuertes brazos, llamados Hecatónquiros. Más tarde, cuando Zeus venció al monstruo Tifón, hijo de Tártaro y Gea, también lo arrojó al mismo pozo.

En mitologías posteriores, el Tártaro se convirtió en el lugar donde el castigo se adecua al crimen. Por ejemplo Sísifo, que era un ladrón y un asesino, fue condenado a empujar eternamente una roca cuesta arriba sólo para verla caer por su propio peso.

Interpretación de Tártaro.

30.10.19

Caos (Χάος)

     
        Caos (Χάος), el vacío era lo primero de todo, el origen de todo, el espacio vacío e insondable al principio del tiempo. Pero, era más que un vacío enorme.

        Según Hesíodo, Caos fue lo primero que existió, y luego enumera otras figuras cosmogónicas elementales como Gea (la Tierra), Tártaro (el Abismo) y Eros (el Deseo). Pero Caos no engendró estos dioses, sino que es el cabeza o quien les manda: Nix (la Noche) y Érebo (las Tinieblas) y los hijos de éstos, Éter (el Firmamento) y Hemera (el Día) sus nietos.

       Hesíodo imagina el Caos como algo mucho más tangible que un abismo sin fondo. En un momento de la Titanomaquia, Zeus arroja sus rayos sobre los Titanes y, en palabras del poeta clásico, Caos es desgarrado por un calor asombroso y compara este hecho con el acercamiento entre Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra). Además, Hesíodo parece incluso sugerir que poco después Caos es una especie de morada, más allá de la cual viven los Titanes. Si es así, Caos tendría que ser el lúgubre punto medio localizado entre la Tierra y Tártaro -que es donde los Titanes son desterrados-.
   
Caos, mitología griega clásica, dioses griegos primigenios
Icono representativo del dios griego primigenio Caos (Χάος)